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Horticultura
Beneficios y técnicas del acolchado en jardinería: Todo lo que necesitas saber

Beneficios y técnicas del acolchado en jardinería: Todo lo que necesitas saber

Cuando se trata de mantener un jardín bonito y sano, el acolchado desempeña un papel crucial. El acolchado no sólo mejora el aspecto estético de tu jardín, sino que también aporta diversos beneficios a las plantas y al suelo. En este artículo hablaré de las ventajas del acolchado y compartiré algunas técnicas eficaces para incorporarlo a tu rutina de jardinería.

¿Qué es el acolchado?

El acolchado es el proceso de cubrir la superficie del suelo alrededor de las plantas con una capa de materiales orgánicos o inorgánicos. Esta capa protectora no sólo ayuda a conservar la humedad, sino que también actúa como aislante, regulando la temperatura del suelo. El mantillo puede estar hecho de diversos materiales, como virutas de madera, paja, recortes de césped, hojas o incluso piedras y guijarros.

Un material de mantillo muy popular es las virutas de madera. Las virutas de madera no sólo proporcionan un excelente aislamiento del suelo, sino que también se descomponen lentamente con el tiempo, mejorando la fertilidad del suelo. También suprimen el crecimiento de malas hierbas y evitan la erosión del suelo, por lo que son una gran elección para el acolchado. Si no tenéis un aserradero cerca otra opción muy buena es la paja para mantillo.

Virutas de madera para acolchado o mulching

Los beneficios del acolchado en jardinería

1. Retención de la humedad

Uno de los principales beneficios del acolchado es su capacidad para conservar la humedad del suelo. Al cubrir la superficie del suelo, el mantillo evita la evaporación, reduciendo la necesidad de riegos frecuentes. Esto es especialmente beneficioso durante los calurosos meses de verano, cuando la escasez de agua es un problema común. Además, el mantillo ayuda a evitar la escorrentía del agua y la erosión del suelo, permitiendo que las plantas absorban el agua con mayor eficacia.

2. Control de las malas hierbas

Las malas hierbas pueden ser un problema persistente para cualquier jardinero. Sin embargo, con la ayuda del mantillo, puedes suprimir eficazmente el crecimiento de las malas hierbas. La capa de mantillo actúa como una barrera que impide que la luz solar llegue a las semillas de las malas hierbas, impidiendo que germinen. Esto no sólo reduce la cantidad de tiempo y esfuerzo necesarios para eliminar las malas hierbas, sino que también ayuda a proteger tus plantas de la competencia por los nutrientes y el agua.

3. Mejora del suelo

A medida que el mantillo se descompone gradualmente, enriquece el suelo con materia orgánica, mejorando su estructura y fertilidad generales. El mantillo en descomposición libera nutrientes esenciales en el suelo, proporcionando una fuente constante de alimento a tus plantas. El resultado es un sistema radicular más sano, un crecimiento más fuerte y una floración más intensa. El mantillo también favorece la proliferación de organismos beneficiosos, como las lombrices de tierra, que mejoran la salud general del suelo.

4. Regulación de la temperatura

Las fluctuaciones extremas de la temperatura del suelo pueden ser perjudiciales para el crecimiento de las plantas. El mantillo ayuda a regular la temperatura del suelo actuando como capa aislante. Cuando hace calor, el mantillo mantiene fresco el suelo, evitando el sobrecalentamiento, mientras que cuando hace frío actúa como una manta protectora, previniendo los daños por heladas. Mantener una temperatura constante del suelo favorece el desarrollo óptimo de las raíces y favorece el crecimiento de las plantas a lo largo de todas las estaciones.

Huerto gracias a Beneficios y técnicas del acolchado en jardinería
Imagen de Edar

Técnicas eficaces para el acolchado

1. Prepara el suelo

Antes de aplicar el mantillo, es esencial preparar el suelo adecuadamente. Elimina las malas hierbas o los restos existentes y asegúrate de que el suelo esté bien regado. Esto ayudará a que el mantillo se asiente y establezca una mejor conexión con la superficie del suelo.

2. Elige el mantillo adecuado

Es crucial elegir el mantillo apropiado para tu jardín. Ten en cuenta factores como las necesidades de humedad de las plantas, el clima y las preferencias estéticas. Los mantillos orgánicos, como las virutas de madera o la paja, son opciones excelentes para la mayoría de los jardines, ya que aportan numerosas ventajas más allá de la retención de la humedad y el control de las malas hierbas.

3. Aplica el mantillo correctamente

Cuando apliques el mantillo, asegúrate de mantener un grosor adecuado. Por lo general, basta con una capa de 5 a 10 cm. Evita amontonar el mantillo directamente contra el tallo o el tronco de la planta para evitar problemas relacionados con la humedad y una posible podredumbre. Deja un pequeño espacio alrededor de la base de la planta para permitir que circule el aire y evitar la formación de moho u hongos.

4. Mantenimiento periódico

El mantillo necesita un mantenimiento periódico para que siga siendo eficaz y visualmente atractivo. Comprueba periódicamente si hay signos de compactación o descomposición excesiva. Esponja la capa de mantillo con un rastrillo para asegurar una aireación adecuada y evitar que se encharque. Si la capa de mantillo se vuelve fina con el tiempo, rellénala según sea necesario para mantener el grosor deseado.

En conclusión, hemos visto beneficios y técnicas del acolchado para tu jardín. Desde conservar la humedad y controlar las malas hierbas hasta mejorar la calidad del suelo y regular la temperatura, no se pueden exagerar los efectos positivos del acolchado. Si aplicas las técnicas de acolchado adecuadas, podrás crear un jardín próspero y hermoso que será la envidia de tu vecindario.

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